Otro año sin Raúl Feldman
MONTEVIDEO (Uypress/DF) – Este 24 de diciembre, cuando estemos reunidos en familia, uno de los brindis será por Raúl, cuando justamente se cumplan 48 años de su asesinato en Buenos Aires por un comando de la Triple A que actuaba en coordinación con las fuerzas dictatoriales de nuestro país.
Raúl Feldman Palatnik había nacido el 12 de marzo de 1948 en Montevideo, en el Parque Rodó.
Tenía completado los cursos de la Licenciatura de Historia en la por entonces Facultad de Humanidades y Ciencias, y en 1974, luego del golpe de Estado de Bordaberry e instalada la dictadura debió marchar a la Argentina.
Apasionado de la fotografía y la radio, era el conductor del programa Domingos de Ujotacé, la audición de la Juventud Comunista, que se emitía todos los domingos al mediodía, al tiempo que tenía otras responsabilidades en el área de prensa.
Desde Buenos Aires, con un conjunto de compañeros exiliados, desarrollaba una intensa campaña de denuncia y solidaridad, especialmente con su militancia en el MAASLA (Movimiento Argentino Antimperialista de Solidaridad Latinoamericana), conformado por un amplísimo espectro de organizaciones y ciudadanos de la vecina orilla, que colaboraban con la lucha contra las dictaduras que asolaban al continente.
Justamente en la sede del MAASLA, en la calle Junín a una cuadra de la Av. Córdoba, fue asesinado Raúl por un comando. Lo encontraron solo en la oficina, totalmente indefenso, y de 16 balazos terminaron con su vida.
Unos cuantos años más tarde, Rodolfo Almirón Sena, que comandó el grupo asesino, fue localizado por la Justicia en España, fue detenido y luego extraditado a Argentina, donde murió en la cárcel esperando su condena por los numerosos crímenes cometidos.
Sin embargo, a pesar de ese atisbo de justicia, de tener que responder por sus crímenes, Raúl sigue faltando… hace 48 años que nos que falta y nos hace falta.
Nuevamente, este 24 de diciembre, nuestros pensamientos, por un rato, volarán a dónde sea que esté o que no esté, según cada uno crea.
Mauricio Zieleniec: a RAÚL FELDMAN un gigante amigo
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