A 82 AÑOS DE LA PARTIDA DE SIGMUND FREUD
Lic. Jorge Schneidermann*
Mientras la vieja Europa devenía poco a poco en un inmenso campo de batalla surcado por ríos de sangre y dolor, el genio creador del Psicoanálisis cerraba definitivamente sus ojos en la madrugada del 23 de setiembre de 1939.
A poco más de cuatro meses de haber cumplido 83 años, y sabedor del destino que le aguardaba a causa de la pertinaz evolución del carcinoma de Ackerman que le fue diagnosticado en 1923, partió sereno y silente, convencido de haber allanado definitivamente los caminos que conducen a la comprensión de los procesos rectores de la vida anímica.
Nada se interpuso en su camino. Ni el sistemático hostigamiento del establishment científico (por entonces aferrado a criterios clínicos y etiopatogénicos ostensiblemente perimidos), ni el desembozado antisemitismo imperante en aquella Austria exacerbadamente nacionalista, conservadora e intolerante.
Afecto desde pequeño a la lectura, los libros y el arte constituyeron dos de sus grandes pasiones. Aun transido de dolor y atribulado por las hieles del exilio, en el final de sus días halló refugio y solaz leyendo y releyendo a los grandes maestros de la literatura universal.
La vigencia de sus ideas a instancias de la fermental presencia del Psicoanálisis a lo largo de más de 120 años, enaltece el valor disruptivo y transformador de su obra.
*Jorge Schneidermann, psicólogo clínico, ensayista y comunicador.