LA LECCIÓN DE AFGANISTAN PARA ISRAEL
A raíz del atentado del 11 de setiembre del año 2001 en Nueva York y Washington, el presidente George W. Bush decidió invadir Afganistán, para capturar a Osama Bin Laden, el lider de la organización terrorista Al Qaeda.
Ese objetivo requirió pelear contra la organización islámica extremista Talibán que controlaba Afganistán.
Bin Laden no fue capturado. Huyó a Pakistán y allí fue matado por comandos americanos diez años después, el 2 de mayo del 2011.
Bush y los presidentes que lo siguieron decidieron cambiar su objetivo, y convertir a Afganistán en una nación liberal y democrática al estilo de las naciones occidentales.
Lamentablemente, el gobierno de Estados Unidos era completamente ignorante de la cultura, religión, sociedad, temperamento e historia de los afganes, que en el pasado habían triunfado contra los británicos y los soviéticos.
Los afganes son una nación de tribus cuyas creencias religiosas son fanáticas y extremistas. Querer hacer de ellos una nación respetuosa de la democracia, tolerante y liberal es más dificil que convencer a un tigre para que se vuelva vegetariano.
Durante veinte años, a un costo de miles de millones y miles de vidas de soldados americanos, Estados Unidos apoyó a un gobierno corrupto e impopular, mientras que, infructuosamente, trató de entrenar un ejército.
La derrota de Talibán fue temporal. Se reagruparon y durante veinte años lucharon contra los soldados de Estados Unidos y el ejército afgano.
Estados Unidos finalmente llegó a la conclusión de que su objetivo de convertir a Afganistán en una democracia occidental era una ingenua fantasía que no estaba justificada por el costo en vidas y en dinero.
La decisión de abandonar Afganistán fue correcta. Biden anunció que la vergüenza de la huida en helicoptero de la embajada americana en Saigón en el mes de abril de 1975, no se repetiría, y Estados Unidos se preocuparía de poner a salvo los miles de afganos que habían cooperado con los americanos.
La vergüenza de Saigón se ha repetido con creces. Los videos de afganos colgando de los aviones americanos son más terribles e impactantes que el video del helicoptero en Vietnam. Es más que probable que Talibán ejecutará a todos los que Estados Unidos no ha podido salvar.
El resultado de la debacle es que el mundo ha perdido fe y confianza en los Estados Unidos, y que paises como Rusia y China tratarán de realizar sus políticas agresivas.
Para Israel y para otros paises en la región, la principal lección de la tragedia que está ocurriendo en Afganistán es que no podrán continuar teniendo fe ciega en los Estados Unidos en la confrontración contra Irán, pais decidido a tener bombas nucleares para borrar del mapa al Estado Judio y tomar control de todo el Medio Oriente.
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