
El levantamiento estalló el 2 de agosto de 1943 por la tarde.
Era lunes, un día libre. No había transportes los lunes.
El lunes 2 de agosto de 1943, después de la una de la tarde, cuatro miembros de las SS y dieciséis guardias ucranianos salieron del campo de Treblinka para bañarse en el río Bug. Fue una circunstancia favorable para la rebelión prevista para la tarde de aquel día.
El grupo Sodovitz logro entrar en el depósito de las armas. Lograron sacar 20 fusiles, 20 granadas de mano y varias pistolas; armas que se repartieron entre los camaradas. Hubo así decenas de ellos armados.
La acción tuvo que comenzar antes de la hora programada, porque el oficial de las SS Kurt Küttner encontró oro en uno de los prisioneros involucrados en la preparación del levantamiento, y comenzó la investigación de inmediato. Al dispararle intervinieron los guardias ucranianos. Los conspiradores quedaron sorprendidos por la situación y decidieron actuar de inmediato.
El comandante Zelo toma el mando y ataca a dos guardias de la SS con un hacha.
Los demás atacan a los alemanes con hachas, picos y palas. Hubo un tiroteo caótico, algunos edificios fueron incendiados.
Standa Lichtblau, encargado del garaje, voló el gran depósito de gasolina.
Después de la explosión del depósito de gasolina, Treblinka empezó a arder.
Sin embargo, la destrucción de las cámaras de gas falló y la línea telefónica no se interrumpió. Los rebeldes armados dispararon sobre los SS y los guardias.
Los judíos rompieron el portón y huyeron en todas las direcciones. Comenzó una carrera desorganizada de los prisioneros hacia las alambradas, seguida por ráfagas de fuego de los guardias.
El levantamiento duró 20-30 minutos, de los cuales los disparos continuaron durante unos 10 minutos.
El día del levantamiento había 840 prisioneros en el campo, de los cuales 105 no participaron en absoluto en el levantamiento; estaban mentalmente cansados, agotados, deprimidos y renunciaron.
Algunos de los que escaparon con éxito, entre ellos los hermanos Zygmunt y Oskar Strawczynski, de Lodz, fueron transportados a través del río por los partisanos del Armia Krajowa, que se encontraban escondidos en el bosque circundante. Por otro lado, Richard Glazar huyó de Treblinka con su amigo Karel Unger. Los dos jóvenes se escondieron en un pequeño lago.
Desde la oficina del comandante, Stangl logró establecer contacto con unidades estacionadas cerca. Los SS de Małkinia, Sokołów Podlaski, Koscki, Ostrów Mazowiecka se apresuraron a ayudar. En total, cientos de soldados, cortaron todos los caminos, desatando una cacería a los prisioneros huidos.
La mayoría de los fugitivos no conocían los alrededores de Treblinka; para los alemanes fue fácil capturarlos y después fusilarlos.
La mayoría de los prisioneros murieron en el intento de escapar. Los prisioneros que no lograron huir fueron asesinados. Varios de los que lograron escapar fueron atrapados y asesinados.
Como resultado de la fuga, cerca de 100 prisioneros fueron atrapados dentro del campo, entre 200 y 250 murieron tratando de escapar; cerca de 200 lograron hacerlo, pero de ellos casi 150 fueron atrapados después.
Solo 54 prisioneros judíos de Treblinka consiguieron escapar y sobrevivir hasta el fin de la guerra. Todos declararon en los años sesenta como testigos en los juicios contra los verdugos de ese campo de exterminio.
Sigue Mañana…
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