
La primera edicion completa del Talmud de Babilonia, así como el de Jerusalem, fue realizada en Venecia entre los años 1520 y 1523 por el impresor cristiano Daniel Bomberg (1483 – 1549), quien fue el primer impresor no judío de libros en hebreo. Bomberg conoció a Felix Pratensis (Felice da Prato), un fraile agustino que se convirtió al judaísmo, y que parece ser que fue quien animó a Bomberg a imprimir libros en hebreo. Además del Talmud Bomberg imprimió decenas de libros en hebreo, La Biblia en su edición masorética con el Targum y con los comentarios de Rashi, de Abraham ibn Ezra, múltiples comentarios rabínicos, Guía de los perplejos de Maimónides y otros muchos autores. Para ello contó con la participación de rabinos, eruditos y apóstatas que estuvieron a su cargo.
El diseño del Talmud con su paginación publicado por Bomberg resultó ser el modelo con el que se siguió imprimiendo a lo largo de los siglos, es así que los comentarios que antes aparecían en códices separados fueron incorporados al texto. También se le deben la división en capítulos y la numeración de versículos de la Biblia.