CORONAVIRUS: por Bernardo Kliksberg

CORONAVIRUS: EL CASO DE LOS POBRES

Bernardo Kliksberg (*) Exclusiva desde N York

 

El coronavirus afecta a todos, pero la situación de los pobres es mucho más vulnerable. El Director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) resaltó que se da en un mundo donde 3500 millones de personas viven en condiciones miserables y sin acceso a servicios esenciales de salud.

 

Algunas ilustraciones de lo que eso significa. El 40% de la población mundial no tiene según la ONU un lavabo con agua y jabón en su casa. La primera recomendación de la OMS para enfrentar el virus es lavarse las manos con periodicidad con jabón apropiado. ¿Cómo pueden hacerlo los pobres del planeta, que carecen de agua potable y jabón?.

 

América Latina, una región que tiene el 31% de las aguas limpias del mundo pero es la más desigual de todas las regiones, es un ejemplo de las dificultades. La pobreza viene subiendo y con ella los hogares sin posibilidades de cumplir la recomendación. Según CEPAL, la pobreza aumentó en 27 millones de personas entre el 2014 y el 2019. Están en pobreza actualmente 191 millones de personas, más del 31% de la población. En 2019 hubo 6 millones más de pobres nuevos. Hay un crecimiento particular de la pobreza extrema, que es ya el 11,5% de la población. En ese marco de aumento de las condiciones de pauperización, el tema del agua potable es clave. El Tribunal Internacional del Agua estima que hay 77 millones de personas sin agua potable. No pueden cumplir la exigencia más mínima de la OMS, el lavado cuidadoso de las manos. Así en Perú, 8 millones de personas carecen de agua potable. Comprar agua en las colinas desérticas limeñas sale de 3 a 10 veces más que lo que se paga en las zonas bajas de Lima. En México, según el Consejo Consultivo del Agua, 10 millones de personas no tienen acceso a agua potable.

 

También se recomienda contra el coronavirus la limpieza permanente. En América Latina hay 100 millones de personas sin saneamiento seguro, y 258 millones que evacuan sus desechos a través de letrinas y fosas sépticas. Todo lo contrario a la recomendación.

 

Una tercera recomendación, es que la personas deberían estar a dos metros de distancia, para evitar el contagio. ¿Cómo hacen la gran mayoría de los pobres que viven hacinados ante la dramática insuficiencia de viviendas en la región?.

 

Una cuarta es reducir el uso de los medios de transporte público. ¿Cómo pueden practicarla los modestos trabajadores que no tienen otra vía para llegar a sus trabajos?.

 

Una quinta es cerrar las escuelas, sin embargo, no es tan sencillo. El Alcalde de Nueva York dudó mucho antes de hacerlo. La red de escuelas públicas, la más grande del país, tiene un millón de alumnos, que en su gran mayoría son de pocos recursos. El 75% de ellos reciben sus comidas en la escuela. Al cerrarla su alimentación desmejorará. Asimismo, sus padres que trabajan duramente para sobrevivir, tendrán la carga adicional de que estén bien cuidados.

 

En general, es fundamental para enfrentar el virus la buena alimentación. Hay 815 millones de personas con hambre severa, y 2000 millones con hambre silenciosa (subnutridas).

 

También son insuficientes en los países pobres, las posibilidades de acceder a servicios para identificar la enfermedad y tratarla. Los países ricos tienen 2 a 12 camas de hospital cada 1000 habitantes, los pobres una cama cada 10.000. Se estima que en el mundo perecen 10,000 personas por día por falta de acceso a servicios de salud.

 

Se impone poner en la agenda de prioridades en la lucha contra la pandemia, la especial situación de la mitad desfavorecida del género humano, y buscar soluciones con vigorosas políticas de protección social, salud pública y solidaridad colectiva.

 

 

(*)    Asesor de diversos organismos internacionales. kliksberg@aol.com

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