UNIDOS EN UN MISMO ESPÍRITU DE CELEBRACIÓN

Rodrigo Varscher

 

UNIDOS EN UN MISMO ESPÍRITU DE CELEBRACIÓN

Se acerca un fin de año civil, y los judíos no somos ajenos al mismo. Desde que elegimos ser parte de la sociedad en su conjunto, las fechas compartidas por todos, independientemente de los credos y las tradiciones a los que cada uno adhiera, se vuelven significativas e importantes de recordar y celebrar.

Así es como al avecinarse el fin de este 2019, además de brindar por un feliz y próspero 2020, los judíos nos sumamos a las celebraciones con la festividad de Janucá (la única fiesta realmente histórica del antiguo Israel por cierto), que conmemora la victoria de los hermanos macabeos ante los ejércitos del imperio seléucida dirigidos por el entonces emperador sirio Antíoco IV Epífanes (siglo II a.C) y la consecuente reinauguración del templo de Jerusalén, acto este último que le diera nombre a esta festividad de Janucá.

Sin embargo, la gran hazaña militar no es lo que se celebra con mayor orgullo y efusividad en esta fiesta sino la tenacidad espiritual del pueblo de Israel de mantener viva su memoria e identidad a lo largo de los siglos de su diáspora y de cada una de las vicisitudes que le ha tocado atravesar en su historia y que supo sobrevivir y superar. Por eso Janucá se celebra encendiendo luminarias y no entonando himnos militares o realizando actos solemnes de carácter político o militar. Así concluye la Haftará (porción de los profetas que se lee después de la sección semanal de la Torá) del Shabat de Janucá, por boca de Zerobabel (líder secular de la comunidad repatriada de Babilonia de acuerdo al relato del profeta Hageo y nieto del rey Jeconías de Judá) en el libro del profeta Zacarías: “Esta es la palabra del Eterno a Zerobabel: no por la fuerza ni por el poder sino por mi espíritu, dijo el Señor de los ejércitos” (Zacarías 4:6).

Que este mismo espíritu y la luz de las velas de Janucá puedan contribuir con la gran y última tarea que a todos se nos plantea por igual, la de traer luz y paz a toda la humanidad.

¡Próspero 2020 y Janucá Sameaj!

Rodrigo Varscher

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