Un organismo sin cerebro y con 720 sexos

Misterio de la naturaleza: dan a conocer un organismo sin cerebro y con 720 sexos

El “blob” es una masa amarilla que crece a una velocidad de un ce

El zoo de París acoge a partir de este sábado a un invitado inusual y difícilmente clasificable en el mundo animal: se trata del “blob”, o masa amorfa en español, una célula inteligente que tiene despistados a los científicos y que por vez primera será mostrada al público.

“No es un animal, ni un hongo, como dicen por ahí, es una célula con varios núcleos. Lo extraordinario es que consigue hacer cosas que muchos vertebrados con miles de células y neuronas no hacen”, explicó Luca Morino, especialista en comportamiento animal del zoo de París y responsable de “blob”.

Entre sus habilidades, resolver problemas complicados pese a no poseer cerebro: ante un enorme laberinto el “blob” dará con la salida más rápida y óptima.

Esta masa amarilla que de lejos parece extenderse como una red, crece a una velocidad de un centímetro por hora y puede cubrir hasta 30 metros cuadrados.

“Una cosa rara”, según el presidente del Museo Nacional de Historia Natural de París, Bruno David.

Fue la alianza de ese museo y del zoo lo que llevó a que se decidieran a sacarlo a la luz por vez primera en el establecimiento parisiense, donde le otorgarán un papel didáctico.

“Somos un zoo atípico y esto es perfecto para el ‘blob’, porque la gente quiere saber lo que es. Comunicar sobre las capacidades de esta célula, de la que sabemos muy poco, es muy interesante”, contó Morino.

Crece un centímetro por hora y puede cubrir hasta 30 metros cuadrados

BLOB

El organismo tiene casi 720 sexos, puede moverse sin piernas ni alas y se cura a sí mismo en dos minutos si es cortado a la mitad

El zoo de París acoge a partir de este sábado a un invitado inusual y difícilmente clasificable en el mundo animal: se trata del “blob”, o masa amorfa en español, una célula inteligente que tiene despistados a los científicos y que por vez primera será mostrada al público.

“No es un animal, ni un hongo, como dicen por ahí, es una célula con varios núcleos. Lo extraordinario es que consigue hacer cosas que muchos vertebrados con miles de células y neuronas no hacen”, explicó Luca Morino, especialista en comportamiento animal del zoo de París y responsable de “blob”.

Entre sus habilidades, resolver problemas complicados pese a no poseer cerebro: ante un enorme laberinto el “blob” dará con la salida más rápida y óptima.

Esta masa amarilla que de lejos parece extenderse como una red, crece a una velocidad de un centímetro por hora y puede cubrir hasta 30 metros cuadrados.

“Una cosa rara”, según el presidente del Museo Nacional de Historia Natural de París, Bruno David.

Fue la alianza de ese museo y del zoo lo que llevó a que se decidieran a sacarlo a la luz por vez primera en el establecimiento parisiense, donde le otorgarán un papel didáctico.

“Somos un zoo atípico y esto es perfecto para el ‘blob’, porque la gente quiere saber lo que es. Comunicar sobre las capacidades de esta célula, de la que sabemos muy poco, es muy interesante”, contó Morino.

BLOB

“El blob es un ser viviente que pertenece a uno de los misterios de la naturaleza”, dijo Bruno David, director del Museo de Historia Natural de París

Además, su presencia en el zoo parisiense se utilizará para seguir estudiándolo, aprovechando su interacción en campos poco analizados, como su vida en la naturaleza, pues hasta ahora ha sido principalmente observado en laboratorios.

“Se sirve de mecanismos básicos, algunos de los cuales conocemos, como reglas básicas de transmisión de información. Pero también de otras cosas no tenemos ni idea. Constatamos capacidades extraordinarias, pero debemos comprender por qué lo ha hecho y esas son las preguntas que nos hacemos ahora”, señaló.

Esta célula se encuentra presente en los bosques, especialmente en lugares sombríos y húmedos. Si se seca es capaz de ser revivida cuando vuelve a encontrar las condiciones adecuadas, por lo que los científicos tienden a destacar que es prácticamente inmortal.

Además, no es hembra ni macho, sino que tiene 720 sexos diferentes.
El organismo, que se alimenta de bacterias y microbios, pertenece a la especie “Physarum polycephalum”, pero su nombre corriente es un homenaje a la película de ciencia ficción The blob (La masa devoradora), que protagonizó Steve McQueen en 1958.

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