Mauricio Zieleniec
Januka junto a Navidad son acontecimientos que parten de lo agrícola-pastoril en épocas muy remotas, que pudiesen llegar a retroceder hasta más de 5.000 años, en Medio Oriente. El solsticio marca el cambio de estación, donde las noches en el hemisferio Norte comienzan a ser menores y la luz del día se abre con mayor tiempo sobre tierras, pastos, y plantíos. El sol rodea a los pueblos que se lo asume con fiestas y alegrías. Son las conocidas fiestas de las luminarias que rodean los pueblos antiguos.
Cuando comenzaron a surgir nuevas creencias y culturas, las mismas no se pudieron despegar de dicha tradicional pagana de las luminarias. Generando nuevos sincretismos culturales Las nuevas creencias se sitúan en el mismo día calendario de las luminarias. Costumbre habitual en aquellas culturas y a veces incluso en nuestros tiempos.
Pero dado que Januka (victoria Macabea) se estima que ocurrió varios meses anteriormente a esta fecha de la celebración pastoril, se la celebró junto a la primera fiesta del solsticio. Similar sincretismo se dio con el nacimiento de Jesús que según la biblia sería por Marzo o Abril.
Se juntó todo en un sincretismo de las luminarias y cada cultura es reflejo de sus creencias o tradiciones. Lo luminoso que tradicionalmente se realizaba en el mundo pagano con fogatas, cometas encendidas que remontaban por los aires, ambas culturas se ingeniaron para darle luz a sus festejos, semejándose a la original festividad. En el pueblo israelita, 400 años después de lo acontecido, el Talmud construye un milagro de luz simbolizando en las ocho velitas (luz) de Januka.
En el cristianismo cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, cambiándole totalmente el significado original.(luz)
Con estas raíces el mundo Occidental toma ambas festividades.
La salvedad radica que por el S XVII el papado de Roma cambio la medición del tiempo por un calendario Gregoriano, solar y no lunisolar. De esta forma ambas festividades suelen tener algunos días de diferencia.
Las culturas y los sincretismos religiosos marcan puntos muy cercanos. En nuestra condición humana debemos no dividirlos, sino querer al prójimo.
Jag Shameaj y Felices fiestas